«Es una gran felicidad cuando las buenas personas se reúnen, y siempre lo hacen».
Jane Austen
A quién no le gusta una boda, es un evento maravilloso. Dos personas enamoradas, caras conocidas y mucho más. Te arreglas con tus mejores prendas, disfrutas de una comida deliciosa, bebes sin poner excusas. ¡Qué es lo que no te gusta!
¡También puedes hacer todo eso con una ceremonia de renovar votos! ¡Trae a tus hijos que no estuvieron allí la primera vez y deja que vivan el amor! Y si este evento se celebra en una isla mágica del Mediterráneo, ¡la sonrisa será aún mayor!
¿Por qué Mallorca?
Elegir Mallorca para tu día especial -ya sea una gran celebración o sólo vosotros dos- tiene mucho sentido. Como destino, es fácil de llegar. Además, el Aeropuerto Internacional de Palma está acostumbrado a recibir a los millones de visitantes que llegan cada año.
Hospedarte aquí no puede ser más fácil, con alojamientos para todos los bolsillos. Disfruta de la brisa del mar en la costa o del aire fresco en la Sierra de Tramuntana, Patrimonio de la Humanidad. Elija un pequeño pueblo del interior de la isla o un hotel de playa. Sea cual sea el lugar donde te alojes, la oferta de lugares entre los que elegir es enorme. Desde casas de campo o villas hasta hoteles de lujo o hoteles con todo incluido, hay para todos los gustos y presupuestos.
Descubrir nuevos lugares
Y no sólo quedar para la boda, por qué no explorar todo lo que puedas, porque la isla merece tu tiempo y energía. Ya sea a pie, en bicicleta o en coche, hay muchos lugares hermosos que descubrir. Si tienes la resistencia necesaria, sube los 365 escalones del pueblo de Pollensa y disfruta de unas vistas espectaculares cuando llegues a la cima. Asegúrate de pasar tiempo en la capital, Palma, ya que no sólo puedes visitar la Catedral, que es una visita obligada, sino que puedes ir de compras hasta caer rendido y recuperar fuerzas comiendo en muchos de los deliciosos restaurantes que ofrece la ciudad.
Y como dicen los nativos: aixo és mel – ¡realmente delicioso!